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SABORES CONTUNDENTES Y PLATILLOS RESPONSABLES EN LA CENA CON EL CHEF INVITADO MAX SOLA

Cada vez es más importante tener una conciencia sobre la forma en la que nos alimentamos, comer balanceadamente con ingredientes de calidad y llenos de nutrientes. Así fue como disfrutamos la cena que tuvimos con el chef invitado Maximiliano Sola en el restaurante Mía Tulum, una cena sencilla pero con muchos aspectos destacables desde la responsabilidad con producto que se utlizó para su elaboración, los sabores perfectamente balanceados, un maridaje de lujo y por supuesto un ambiente divertido y casual como el que somo Mía Tulum puede ofrecer.

Maximiliano Sola es uno de los chef más prominentes del destino, su educación gastronomica a realizó en Argentina para después incorporse como practicante al equipo de cocina del aclamado chef Martín Berasategui, en Europa forjó su técnica y estilo para llegar a México en el 2011 y liderear el primer proyecto en América del chef Berasategui, el restaurante Passion by Martín Berasategui.

La cena del chef Sola en Mía fue casual, sin petensiones, en un ambiente relajado en el cual pudimos disfrutar de un menú diferente muy a su estilo, la cena comenzó con un Tiradito de kampachi con pepino verde, rábano, cremoso de aguacate, chile xcatic encurtido y mayonesa de recado negro acompañado del sake mexicano Nami; el segundo platillo fue un Taco de chorizo negro de Temozón, ensalada de hojas verdes, aguacate y cebolla caramelizada uno de los platillos favoritos y con el maridaje burbujeante que le dio el Brut Cava blanc de blancs.

La cena del chef Sola en Mía fue casual, sin petensiones, en un ambiente relajado en el cual pudimos disfrutar de un menú diferente muy a su estilo, la cena comenzó con un Tiradito de kampachi con pepino verde, rábano, cremoso de aguacate, chile xcatic encurtido y mayonesa de recado negro acompañado del sake mexicano Nami; el segundo platillo fue un Taco de chorizo negro de Temozón, ensalada de hojas verdes, aguacate y cebolla caramelizada uno de los platillos favoritos y con el maridaje burbujeante que le dio el Brut Cava blanc de blancs.

Como tercer tiempo probamos un pescado suave, se trata de la lubina rayada, de la zona de Ensenada, BC. este pescado lo probamos acompañado de un rissoto de hinojo, cremoso de papa y algas con toques de aceitunas kalamata y el sommelier de Mía lo maridó con un vino mexicano favorito de muchos, el Gran Reserva Chardonnay de la vínicola Casa Madero.

El cuarto platillo fue un short rib cocinado a baja temperatura con mole negro oaxaqueño, platano macho y mezcal, un platillo lleno de sabores con toques a sal de chinicuil con sus tortillas hechas a mano. El maridaje de este cuarto tiempo fue simplemente espectacular, con el vino Surco Rojo, un vino ensamble Cabernet Sauvignon y Nebbiolo del Valle de San Vicente del viñedo Valle Colorado, un vino con notas frutales como cerezas y ciruelas, el vino ideal para este short rib.

La cena cerró con el tiramisú deconstruido, un clásico del chef Sola a base de una cremoso de mascarpone, vainilla, cocoa y caramelo de café.

Fue una cena con un toque muy personal en la que probamos anuevos platillos de su autoría y una marcada influencia internacional, desde donde deja entrever sus vivencias y viajes por diferentes cocinas del mundo. Actualmente es embajador gastronómico del movimiento de sostenibilidad pesquera y acuícola Pesca Con Futuro y miembro activo de Vatel México.

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